Sentarse en un bar o un restaurante y pedir unas raciones. Cuántas veces habremos hecho esto y cuántas de ellas nos habremos decidido por unas patatas bravas. Se trata de todo un clásico de la «cultura del tapeo» y aunque sus orígenes se remontan a la cultura popular madrileña, ya son una tapa universal que podemos encontrar en cualquier bar.
Características :
- Nivel de dificultad:
- Tiempo de preparación:
- Número de raciones:
Receta de patatas bravas: ¿Por qué usar Aceite de Orujo de Oliva?
Y ¿por qué no también en casa? Os proponemos todos los pasos para disfrutar de una deliciosa ración de bravas. Está claro que el elemento diferencial es la salsa, pero no nos podemos olvidar de la base: las patatas. Tanto para la salsa como para confitar las patatas, puedes confiar en el Aceite de Orujo de Oliva. En el caso de la salsa, porque su sabor suave no interferirá en el resto de ingredientes, dándole el gusto picante que buscamos. En el caso de las patatas, necesitaremos abundante cantidad de aceite para confitar y el Aceite de Orujo de Oliva, segundo mejor aceite vegetal, es una opción de excelente relación calidad-precio.
Ingredientes para Patatas bravas con salsa casera :
- Patatas
- Media cebolla
- 4 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimienta negra
- 1 cucharada de sal
- 3 cucharada de pimentón dulce y picante
- Un litro y medio de agua o caldo de jamón
- 4 cucharadas de harina
- Aceite de Orujo de Oliva
Salsa brava casera, el elemento diferencial
- Picamos en trozos pequeños el ajo y la cebolla. Los cocinamos lentamente en una sartén con un poco de Aceite de Orujo de Oliva a fuego medio-bajo. Así conseguiremos potenciar el sabor dulce de la cebolla.
- Una vez que la cebolla haya adquirido un tono ligeramente dorado y transparente, es el momento de incorporar la harina a la sartén y tostarla. Hay que tener especial cuidado en este paso ya que, si no tostamos lo suficiente la harina, su sabor podría notarse en la salsa.
- Cuando la harina esté rehogada, añadimos a la mezcla pimienta, pimentón dulce, picante y removemos. A continuación, lo cubrimos con agua o caldo de jamón para, inmediatamente después, batirlo con la batidora. Una vez tengamos una mezcla uniforme, dejamos cocinando hasta que reduzca su volumen a fuego medio-bajo.
- Cuando la salsa haya quedado un poco más espesa, podemos añadir cayena al gusto para conseguir un sabor más picante.
- Para el resto del plato, pelamos las patatas y les hacemos un corte tanto arriba como abajo, de esta forma las patatas quedarán planas por los extremos y se sostendrán mejor a la hora del emplatado. Además, en la parte superior de la patata, haremos un agujero con un sacabolas o una cucharilla parisienne.
- En una sartén, añadimos nuevamente Aceite de Orujo de Oliva, lo suficiente como para cubrir por completo las patatas. Las dejaremos hacerse a fuego bajo durante una hora. Lo que estamos buscando con el confitado es que las patatas se cuezan sin que estas se doren. Una vez pasados los 60 minutos, dejamos que las patatas escurran el aceite sobrante en papel absorbente, y mientras, subimos la temperatura del aceite a 180º.
- Cuando el Aceite de Orujo de Oliva esté a la temperatura, añadimos las patatas en tandas pequeñas, para que la temperatura del aceite no baje. Cuando veamos que estas están doradas, las sacamos de la sartén y las volvemos a dejar reposar sobre papel absorbente. Repetimos el proceso hasta que todas las patatas estén listas.
- Por último, emplatamos las patatas con la parte del agujero para arriba, y con ayuda de un biberón, introduciremos en estos la salsa y ¡listo!
Echa un vistazo al paso a paso de esta receta de la mano de nuestra chef embajadora, María Jiménez-Latorre