¿Cómo son las flores, hojas y frutos del olivo?

El Aceite de Orujo de Oliva proviene del olivar, uno de nuestros mayores patrimonios naturales. Nos adentramos en nuestros orígenes y te mostramos las curiosidades de este delicado árbol. Las flores, la savia, las hojas, los frutos…. Cada parte del olivo nos acerca al secreto mejor guardado del olivar: el Aceite de Orujo de Oliva ¡Descúbrelo!

El olivo es un árbol típicamente mediterráneo que, además de ofrecer un aceite único y mundialmente reconocido por sus grandes propiedades, también esconde muchas curiosidades y aspectos interesantes relacionados con su floración y reproducción.

 

Flor del olivo: ¿conocías todos sus nombres?

La flor del olivo es generalmente conocida como trama o rapa, aunque dependiendo de la zona geográfica, puede denominarse también cadillo o esquimo.  La flor del olivo es pequeña, pero muy llamativa en contraste con el verde de sus hojas. Con su aparición, los olivos inician el proceso de floración durante el mes de mayo cambiando por completo el aspecto del árbol. Se trata de un momento crucial para la futura cosecha, pero vamos parte por parte.

 

Hojas, flores y frutos del olivo

Hoja del olivo

Las hojas del olivo

El olivo es un árbol de hoja perenne que puede llegar a vivir cientos de años y medir desde dos hasta diez metros de altura. Las hojas del olivo se caracterizan por tener una estructura estrecha. El ancho puede medir entre los 2 o 3 cm, mientras que poseen una longitud de entre 5 y 9 cm. Su verde grisáceo por el haz y el plateado por el envés son características muy distintivas de este árbol y además, cuentan con estomas en la hoja que les ayudan a reducir la pérdida de agua.

 

Rapa

La flor del olivo

Las flores del olivo crecen en racimos de entre 10 a 40 flores, dependiendo de la variedad de aceituna. Sus cuatro pétalos son blancos en forma de cruz y en el centro tiene un color amarillo anaranjado, donde se encuentra el polen. Existen flores de dos clases: perfectas y estaminíferas. Las perfectas son hermafroditas, es decir, disponen de ambos sexos y son las encargadas de producir los frutos. En cambio, las estaminíferas son flores masculinas y solo disponen de estambres, incapacitándolas en la tarea de la reproducción.

Oliva

El fruto (la aceituna)

El fruto generado tras la floración es la conocida aceituna. Un fruto pequeño de forma redondeada más o menos asimétrica. La semilla de la aceituna se encuentra en su interior, la cual, pasadas entre cuatro y seis semanas se solidifica y se convierte en el hueso final, en torno a los tres meses después. Esta semilla llega a su madurez poco antes de que el fruto cambie de color, el estadio conocido como “maduración verde”. Después, el crecimiento de la aceituna empieza a ralentizarse hasta el último momento de maduración, cuando se aprecia el color negro tan visible. Dependiendo de la variedad, el fruto puede llegar a pesar entre uno y doce gramos.

⇒ Revisa aquí los tipos de aceituna en España

 

¿Cuándo florecen los olivos?

La fase de floración de los olivos es realmente breve. La floración comienza a mediados del mes de mayo y el proceso en sí no dura más de una semana. Es decir, esta fase de floración se encuentra entre mayo y julio. En total, son unas tres semanas, desde que aparece la primera flor hasta que se fecunda y se cae la última. Una de las curiosidades más llamativas de este proceso, es que de todas las flores que vemos en un olivo, solo el 2% de ellas terminará la fase y se transformará en el fruto.

¿Qué necesita un olivar para florecer?

Para que el olivo crezca sano y dé sus frutos, las temperaturas no pueden ser muy frías, concretamente no pueden rebasar los -10 ºC. Aunque resiste sin problema las heladas propias del clima mediterráneo, se trata de un árbol delicado especialmente frente a un cambio brusco de las temperaturas, una helada imprevista, una tormenta o incluso el viento fuerte que puede dificultar la floración y posterior polinización. La temperatura idónea para que la floración tenga lugar es de unos 18 ºC, una temperatura propia del clima mediterráneo a mediados de mayo. Por ello, esta es una de las fases más críticas de todo el proceso de producción de la aceituna, una fase que determinará el futuro de la cosecha. Si la floración es pobre o sufre las inclemencias del tiempo, la siguiente cosecha será escasa.

Es necesario mencionar que este proceso puede variar mucho dependiendo de la variedad del olivo, algunas son de floración temprana como la ocal o la farga. O de floración tardía como la blanqueta o la arbosana.

 

Otras curiosidades de la flor del olivo o rapa

Además de este increíble proceso de floración y producción del fruto, el olivo esconde algunos secretos muy interesantes que pocas personas conocen:

  • El color de las flores del olivo es el mismo en las todas las variedades, pétalos blancos y centro amarillo.
  • El polen de este árbol puede viajar cientos de kilómetros polinizando flores de otros olivos, ya que no puede polinizar olivos de su misma familia.
  • El aroma de las flores del olivo no es amargo o ácido como el de la aceituna en crudo. Todo lo contrario, su olor es muy suave y dulce.
  • Las flores del olivo pueden ser: femeninas, masculinas y hermafroditas. Siendo estas últimas las más indicadas para polinizar.
  • La transformación de la flor a la semilla se conoce como “cuajado“. ­­­
  • El árbol del olivo aparta a las semillas que no estén aptas, dejando solo las más saludables y fuertes.

 

Aprovechamiento de la producción de aceituna

La delicadeza de este increíble árbol, unida al proceso de polinización, floración y maduración del fruto, nos da una idea de su riqueza. Y dentro del olivar, el secreto mejor guardado: el Aceite de Orujo de Oliva.

Un aceite que, gracias al papel del sector orujero, aprovecha al máximo el fruto mediante un proceso sostenible de extracción del alpeorujo (agua, piel, hueso de aceituna y restos de aceite que resulta de la molturación de la aceituna) y del refinado del aceite de orujo crudo que resulta de ésta. Y es que detrás del Aceite de Orujo de Oliva no solo encontramos un aceite más del olivar, sino un papel medioambiental imprescindible para que el olivar sea un modelo de economía circular y el residuo cero.

 

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