Elisa Plumed ©Nines Mínguez

Hablamos con Elisa Plumed, la nueva presidenta de la Asociación de Periodistas Agroalimentarios (APAE). Con una carrera profesional vinculada totalmente al periodismo agroalimentario, Plumed asume el cargo en una etapa para todos incierta. Nuevos retos y nuevas oportunidades que comparte con el blog de ORIVA.

Acaba de ser nombrada presidenta de APAE, ¿qué espera de esta nueva etapa?

Durante la presidencia de mi predecesora Lourdes Zurriaga se ha hecho un buen trabajo porque se ha dado a conocer bastante la Asociación. Espero seguir con la labor de visibilización; poner en valor la información, el periodismo y la comunicación agroalimentaria y sus profesionales. Seguir insistiendo en que los periodistas son una parte de la comunicación, pero que también las empresas y las instituciones tienen que comunicar más. También quiero incluir algo de reflexión y de autocrítica sobre nuestro día a día porque, como en todo, hay cosas que mejorar.

Tiene una larga trayectoria en el periodismo agroalimentario. ¿Cuándo surgió la vocación? ¿Por qué decidió especializarse en este ámbito?

Gran parte de los periodistas que escribimos sobre agricultura, ganadería, pesca y alimentación “hemos caído” en el sector. Un día nos ofrecieron un puesto de trabajo y hemos llegado, pero casi no conozco a nadie que tuviera vocación. Considero que tener un origen rural ayuda, (yo soy de un pueblo de Teruel) a tener una sensibilidad que te ayuda a empatizar con las fuentes de información.

Luego te das cuenta de la importancia que tiene el sector agroalimentario en el PIB y en la economía nacional, que la sociedad creo que no es consciente. La importancia desde el punto de vista ambiental porque las tierras hay que trabajarlas y la ganadería hay que hacerla bien. A lo mejor esta especialización no tiene tanto glamour como otras más veteranas, como el deporte, la moda, la economía, e incluso la política o internacional, pero es necesaria porque nos influye a todos en el día a día.

Parece que esa importancia del sector agroalimentario quedó patente al inicio de la pandemia. Ese reconocimiento, ¿ha venido para quedarse?

Ayudó a reflexionar, pero estamos en una sociedad donde todo es muy volátil. Lo que tenemos que hacer es aprovechar la oportunidad que se nos ha puesto en bandeja para contar el agro por diferentes cuestiones. Primero, llevamos ya un tiempo hablando de la España vaciada, con lo cual, la sociedad ya hace más de dos años que está mirando al medio rural. Segundo, las informaciones que salieron a finales de enero y febrero, de agricultores al límite, también pusieron en primera plana al sector agrario. Con un problema que no es nuevo, que existe hace unos 20 años, que conocemos los que trabajamos en el sector, pero que sí que es nuevo para la sociedad y para los medios generalistas. Y la tercera manera de “abrir ese melón” de la información agroalimentaria ha sido la crisis de la covid. Ha sido un gota a gota, con lo cual hay un caldo de cultivo favorable.

Además de la especialización de los periodistas, ha hablado de la comunicación por parte de las organizaciones, ¿algún consejo para ORIVA?

 Me cuesta porque creo que estáis trabajando muy bien la comunicación, de hecho, sois un ejemplo de cómo estáis dando un giro al discurso del Aceite de Orujo de Oliva. Simplemente animaros a que sigáis en esa línea de cambiar, de formar y de informar a los periodistas sobre el aceite de orujo, sobre sus beneficios, para que lo puedan transmitir al consumidor y entonces pueda ganar cuota en el consumo en el hogar.

Una de las iniciativas de ORIVA es el patrocinio del Curso de Experto Universitario en Comunicación Agroalimentaria organizado por APAE y la Universidad San Jorge. ¿Qué valoración hace de las ediciones realizadas?

Lo primero quiero agradecer el apoyo de la Interprofesional del Aceite de Orujo al curso. No solamente valoramos el patrocinio en sí, sino también las intervenciones que hace para contar cómo se trabaja la comunicación de la Interprofesional. A los alumnos es una de las cosas que más les gusta, ver la práctica, no solamente la teoría.

Nos queda mucho por hacer porque todavía los colegas periodistas no ven la especialización en el sector agroalimentario. También falta que organizaciones, instituciones, asociaciones, entidades, que consideren que la comunicación es una actividad que tienen que desarrollar de una forma más profesional. Vamos paso a paso, es un curso pequeño con una media de entre 8 y 10 alumnos por año. La experiencia es muy satisfactoria porque los alumnos que lo hacen se nota que quieren el sector, lo sienten. Pero, por otra parte, hay que seguir trabajando porque queda mucho por hacer, en especial por los profesionales de las compañías y de las entidades, que sepan que la comunicación es una parte fundamental dentro de su gestión empresarial y que tienen que contar con alguien que lo sepa hacer.

Con la idea de la profesionalizar la comunicación, y como despedida, un mensaje motivador para alumnos, asociados y compañeros de profesión.

Tenemos una oportunidad para contar el sector agroalimentario. Ahora sí que la sociedad está sensibilizada y los medios generalistas creo que están más receptivos a las noticias del sector. Tenemos una oportunidad y nos toca saber aprovecharla.

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