el olivar como motor economico

Los olivos conforman uno de los paisajes más bellos de nuestro país y tienen un papel clave desde el punto de vista medioambiental. Pero, además, el olivar en España constituye un motor económico fundamental. En este artículo exploramos la importancia del olivar en la economía española y cómo contribuye al desarrollo rural y la generación de empleo.

 

La importancia del olivar en la economía española

La producción española de aceite de oliva supone el 70% de la de la Unión Europea y el 45% de la mundial. Por tanto, el cultivo del olivo constituye el eje vertebrador de la economía de muchas comarcas, especialmente en Andalucía.

           

Datos sobre la superficie y la producción del olivar y su contribución a la economía local

En España el olivar abarca una superficie de 2,79 millones de hectáreas, de las que 2,58 millones corresponden a olivar de almazara. Destaca el hecho de que el cultivo del olivar está presente en 15 de las 17 comunidades autónomas, aunque su presencia es mayor en el centro, sur y este.

Andalucía es la región con mayor concentración de este cultivo. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la comunidad andaluza se destinan un total de 1,68 millones de hectáreas al cultivo del olivar, de las que 1,55 son para aceituna de almazara.

Por otra parte, la producción de aceite de oliva en Andalucía representa el 80% del total nacional, siendo el olivar de Jaén el principal productor, con aproximadamente un 37% del total, seguido de Castilla La Mancha con un 8% y de Extremadura con un 4%.

Con estos datos de producción y superficie destinada al cultivo, se entiende que el olivar contribuya de manera significativa a la economía local. En nuestro país, más de 350.000 agricultores se dedican al cultivo del olivar, a los que hay añadir alrededor de 15.000 empleos en la industria.

Según la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, el sector olivarero genera en la comunidad más de 23,5 millones de jornales y su aportación económica es superior a los 2.800 millones de euros, lo que supone más del 28% del valor de la producción agraria de la región.

 

El olivar español: productividad y desafíos competitivos

Como hemos visto, el cultivo del olivar es un motor económico importante en nuestro país, especialmente en algunas comunidades como Andalucía. Sin embargo, el sector se enfrenta a varios retos para reforzar su competitividad sin dejar de conservar y respetar el medio ambiente.

En la actualidad, aproximadamente la mitad de las plantaciones se corresponden al conocido como olivar tradicional, que se caracteriza por densidades bajas y por ubicarse en terrenos con pendientes elevadas donde la mecanización es más difícil.

Sin embargo, desde hace unos años este sistema está perdiendo importancia frente a sistemas de producción más intensivos, con una mayor densidad de árboles por hectárea y donde es posible tecnificar las principales tareas.

A pesar de estos avances, el sector todavía enfrenta obstáculos para aumentar su competitividad. Entre ellos se incluyen el cambio climático, la escasez de agua y la necesidad de innovación tecnológica.

 

Estrategias para mejorar la competitividad del olivar

Frente a estos desafíos, es necesario implementar estrategias que permitan mejorar la competitividad del sector. Entre estas estrategias se incluyen la aplicación de técnicas de cultivo modernas y sostenibles, la apuesta por la calidad y la diferenciación del producto.

La modernización de las técnicas de cultivo implica la adopción de sistemas de producción más intensivos y la incorporación de tecnologías que permitan optimizar los recursos y mejorar la productividad.

La adopción de prácticas de cultivo que minimicen el impacto ambiental y favorezcan la conservación de los recursos naturales contribuirá a la sostenibilidad del sector. Entre estas prácticas se incluyen el uso eficiente del agua, la gestión integrada de plagas y la conservación del suelo.

Garantizar la fertilidad futura de los suelos es esencial, y esto se logra mediante la preservación adecuada de los mismos. La utilización de técnicas de laboreo que ayuden a la conservación del terreno es fundamental en este sentido.

Por otro lado, la apuesta por la calidad y la diferenciación del producto implica la promoción del aceite de oliva como un producto de alta calidad que destaca por sus propiedades organolépticas y beneficios para la salud.

 

El impacto económico del olivar: la creación de empleo y el valor de mercado del aceite

El sector del olivar tiene un impacto económico significativo en la economía española. El aceite de oliva es el tercer producto agroalimentario más exportado por España, con más de 150 países de destino y una balanza comercial favorable que contribuye al saldo positivo del conjunto del sector agroalimentario. En la campaña 2022/2023, el valor de las exportaciones de los aceites de oliva fue de 4.215 millones de euros, de los cuales 3.895 millones de euros corresponden al aceite de oliva y 320 millones de euros a los aceites de orujo de oliva.

Esto se refleja en los datos de empleo. Ya hemos visto que en nuestro país más de 350.000 agricultores se dedican al cultivo del olivar, que genera más de 32 millones de jornales por campaña, y la industria del olivar mantiene además unos 15.000 empleos.

A estos datos económicos hay que sumar la contribución del olivar a la vertebración social de los territorios rurales y a la fijación de población en dichos territorios.

 

Innovaciones y tendencias futuras en la oleicultura española: sostenibilidad ambiental y cambio climático

El sector del olivar está en constante evolución y se enfrenta a nuevas tendencias y desafíos. Entre ellos, la sostenibilidad ambiental y el cambio climático están cobrando cada vez más relevancia.

Los olivares son un auténtico tesoro de la biodiversidad que cumplen además una importante función en la lucha contra el cambio climático, ya que actúan como sumideros de carbono y ayudan a reducir las emisiones de CO2.

Pero el calentamiento global supone una amenaza para el olivar, que se puede ver afectado por la escasez de agua o la mayor facilidad para la propagación de plagas e insectos. Por tanto, es importante tomar conciencia de ello y adoptar medidas que permitan superar los próximos desafíos a los que se enfrenta el sector.

En resumen, el olivar es un motor económico y una fuente de empleo fundamental en nuestro país. A pesar de los retos a los que se enfrenta en los próximos años, la excelente calidad de nuestro aceite de oliva y sus magníficas cualidades hacen que sea un producto con un enorme potencial y un sector con un futuro prometedor.

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